Se dice que al jamón se le denomina serrano por que es en la sierra donde tradicionalmente se llevaba a cabo el proceso de curación y maduración de las piezas debido a la climatología de esta zona caracterizada por un clima frío y seco.
El proceso de elaboración del jamón serrano es el mismo que se sigue para el ibérico (salado, secado, curación y maduración). La principal diferencia es que el jamón serrano procede del cerdo blanco, generalmente de las razas Duroc, Pietrain, Landrace o Large White y que el tiempo de curación tiene que ser como mínimo de 210 días.
Al igual que ocurre con el jamón ibérico, cuanto más tiempo dure el proceso de curación mayor calidad tendrá el producto. De esta forma podemos encontrar tres tipos de jamón serrano: bodega, reserva y gran reserva. El Jamón Serrano Bodega se obtiene tras un periodo mínimo de curación de 9 meses, el tiempo de maduración del Jamón Serrano Reserva oscila entre los 12 y 15 meses y cuando el proceso de curación supera los 15 meses se le denomina Jamón Serrano Gran Reserva. En el caso de que sea una paleta los tiempos se reducen un poco, siendo necesarios 5 meses para la categoría Bodega, 7 meses para la paleta Reserva y 9 meses si es Gran Reserva.
Para disfrutar al máximo del jamón serrano es recomendable mantener el producto a una temperatura entre los 20 y 25 grados y presentarlo cortado en finas lonchas (mejor a mano que a máquina). Para conseguir el corte perfecto deberás disponer de un buen cuchillo y una tabla jamonera como ya te contamos en artículos anteriores. Además, si el producto está loncheado y lo guardas en la nevera te aconsejamos sacarlo unos 10 o 15 minutos antes de consumirlo.
Al registrarse en nuestra tienda, agilizará el proceso de pago, podrá agregar varias direcciones de envío, ver así como rastrear sus pedidos. Puede editar este texto desde: Temas > Opciones de Tema > Blog